¿Todavía crees que París es la ciudad más romántica del mundo?
En el norte de Roma hay un puente del siglo II a.C, que ha estado atrayendo la atención de muchas parejas enamoradas a lo largo del tiempo. Federico Moccia, quien publicó su segunda novela “Ho voglia di te” (Tengo ganas de ti) en 2006, probablemente nunca se imaginó que el ritual que inventó en su libro, se iba a volver tan popular entre los amantes que pasaran por el puente Milvio en Roma.
En la película la pareja escribe sus nombres en unos candados que dejan atados en el poste de luz de Ponte Milvio, para luego tirar la llave al río Tiber, así sellando su eterno amor. -En la novela Federico Moccia, el autor, relata cómo un joven enamorado convence de su amor a una mujer con una leyenda inventada en la que los novios colocan un candado y una cadena en el tercer farol del lado norte del puente, y después de cerrar el candado, tiran la llave al río Tíber,demostrando con eso que su amor seria para siempre, ya que ninguno poseía cuela llave, la cual abriría el candado y cancelaría el compromiso. Es curioso visitar el puente para descubrir la gran cantidad de colores y formas de los candados.
El éxito del libro y de la película atrajo a muchas jóvenes parejas a quienes les encantó la historia. Las consecuencias fueron que en 2007 las farolas fueron cediendo debido al peso. Las autoridades tuvieron que colocar seis juegos de pilares con cadenas para no interrumpir el ritual amoroso y evitar el daño al puente.
El alcalde de roma autorizó que los candados fueran movidos, pero estos volvieron a aparecer en pocos días. Por lo que decidieron cambiar los postes de luz por columnas de hierro mucho más rentables para tantas demostraciones de amor.
Así pues, la antigua costumbre de esculpir los nombres de los enamorados en los troncos de los árboles o la tradición de sellar el amor arrojando una moneda a una fuente estaban siendo actualmente cambiadas por colocar a los ya conocidos mundialmente como los candados del amor.
El presidente del condado local, Gianni Giacomini, decidió acabar con esta moda e iniciar la restauración de este puente después de que en 2007 comenzara a multar con 50 euros a aquellos que se atrevieran a colocar uno.
Algunas ciudades europeas han seguido el ejemplo italiano de los candados del amor y lugares como Praga, Barcelona, Sevilla o París ya tienen sitios que han copiado la romántica escena del libro.
Hoy en día, ya nadie pone candados en este puente ya que hay una estricta vigilancia, y todos los días se revisa para quitar cualquiera que pudiera aparecer.
Aunque no todo está perdido para los enamorados y fans de Moccia, pues existe otra posibilidad de colgar los "candados del amor" sin deteriorar monumentos: hacerlo virtualmente. El portal "www.lucchettipontemilvio.com" da la posibilidad de colgar un candado en el famoso puente romano y para siempre, sin el peligro de que unas tenazas acaben con esta promesa de amor.
Tengo que decir que yo me leí la novela, y poco tiempo después tuve la suerte de visitar la Ciudad Eterna, así que me acerqué como curiosidad al Puente Milvio con el que en aquel momento era mi prometido, e hicimos el ritual del candado (más bien como una anécdota). A día de hoy estamos felizmente casados. No sé si el puente fue mágico o no pero por si acaso nuestro candado se quedó allí.
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