28 mar 2014

Converse All Star, las "chucks" que no pasan de moda.

Está claro que el mundo de las bambas también vive de iconos.Todo comienza en 1908 en Massachusets, cuando Marquis Mills Converse funda en Malden, la Converse Rubber Shoe Company, donde apuestan por fabricar en serie cómodas zapatillas de lona con suela de goma, válidas para trabajar en diferentes profesiones como electricistas, empleados de la construcción, pintores, transportistas, mozos de almacén o trabajadores de fábricas.En esa época nadie veía en ello un negocio.

La idea no fue nada mal y la compañía creció rápido,ya que los diseños sencillos y confortables de Converse pronto ganaron muchos seguidores, pero no fue hasta una década después cuando todo cambió y comenzó su verdadero boom. Para evitar el bajón de producción del verano, decidieron diseñar un modelo exclusivo, pues al incluir la lona en la manufactura de sus productos, estos se hicieron mucho más resistentes y perfectos para un deporte más o menos nuevo llamado baloncesto, que los adoptó como sus zapatos oficiales." Él mismo era un gran apasionado de dicho deporte , y se le ocurrió diseñar una zapatilla especial para practicarlo, que sujetara el tobillo, tipo bota. Y así surgió el primer modelo de Converse como lo conocemos hoy en día.

Pero la mejor decisión a nivel comercial que tuvo el Sr.Converse fue contratar a una de las estrellas del baloncesto de la época, Chuck Taylor, (jugador del instituto All American y que más adelante vestiría la camiseta de los primeros equipos profesionales de la NBA,) que se calzó su primer par de zapatillas, con tan buen resultado que en 1921 se unió a la compañía convirtiéndose en el primer jugador en ser imagen y sello de una marca de zapatillas durante los siguientes 50 años.Desde 1923 ( año en que las ventas se dispararon) las adoptó como suyas al aparecer un parche con su nombre y símbolo en el área del tobillo de los zapatos.

A partir de ese momento, la línea sería conocida como Chuck Taylor All Star Converse, pero el pueblo simplemente las llamaría chucks. Pero la colaboración no se quedó ahí, sino que también sugirió algunas mejoras en el diseño que darían como resultado la legendaria zapatilla Chuck Taylor All Star, (all Star en referencia al baloncesto) una de las más vendidas en todo el mundo gracias también a que grandes nombres de la cultura juvenil emergente de los años 50 como James Dean o Elvis Presley la hicieron suya.

Con la profesionalización de la NBA, las exigencias de los equipos aumentaron y Converse tuvo que dejar su clásico color blanco y negro para adaptarse a las nuevas épocas y aportar los diseños coloridos y vistosos que las franquicias profesionales requerían. Incluso tuvieron que aumentar los materiales e introdujeron el vinil y la piel en aras de su supervivencia como marca y seguir siendo los favoritos de Norteamérica. Converse dominó el mercado en los años 70’s y 80’s. Su publicidad agresiva e intencional los colocaba como los zapatos que están por doquier, sin embargo, las cosas ya no iban tan bien: la aparición de Nike, Reebok y Adidas en los Estados Unidos representaron una competencia para la cual la compañía no estaba preparada.

Taylor, encantado con la idea y las zapatillas, siempre demostró su preferencia por estos zapatos deportivos y no dudó en adoptarlas como su calzado fetiche, convirtiéndose en el embajador que llevó la imagen de Converse por todos los Estados Unidos hasta su muerte en 1969.

Mucho han cambiado las cosas desde el nacimiento de la Chuck Taylor, ya que hoy en día incluso se combinan a gusto del consumidor, que llega incluso a customizar en casa sus pares para hacerlos todavía más únicos y personales....

Hoy en día siguen estando de plena actualidad, seguro que tú también tienes un par en tu armario. O más de uno... Y quién no?


21 mar 2014

El cuento histórico de una marca parisina nacido en San Petersburg

Os habíais imaginado poder degustar el té preferido de los zares rusos? 

La casa Kusmi Tea, que nació en Rusia y luego floreció en Francia, es la unión perfecta entre lo gourmet y las tradiciones culturales de los dos países. Es mundialmente reconocida por la calidad de sus mezclas y sus inconfundibles envases metálicos de estilo barroco o en cajas con bolsitas individuales de muselina. 

En 1867, Pavel Michailovitch Kousmichoff, con 14 años, dejó su hogar para ir a trabajar a San Petersburgo, allí encontró trabajo para un mercader de té, aprendiendo los secretos de las mezclas y rápidamente se convirtió en un experto. Se casó y su jefe le dio una pequeña tienda como regalo de bodas, esto marcó el comienzo de la casa de té PM Kousmichoff.

Alexandra y Pavel tuvieron seis hijos, entre ellos su hijo Viatcheslav (nacido en 1878) y su hija Elisabeth (nacida en 1880) para los que se creó una mezcla especial que pronto se convirtió en el té de los zares "Bouquet of Flowers" (Ramo de Flores). Y así es como nació y se fundó la firma de té Kousmichoff en San Petersburgo, rápidamente se convirtió en una de las casas de té más importantes de Rusia con 11 boutiques e incluso suministraba a la corte de los zares. 

En 1907, Pavel envió a su hijo mayor Viatcheslav para abrir una sucursal en Londres, que era por aquel entonces la capital mundial del comercio de té, donde creó las mezclas Victoria Windsor que todavía están disponibles hoy. Huyendo de la revolución rusa, en 1917, la casa de té se trasladó a París, cerca del Arco del Triunfo abriendo una nueva tienda, y acortando el nombre originario fundando entonces Kusmi Tea. Allí se crearon una multitud de tés aromáticos, siendo el más famoso el de Anastasia, creado en memoria de la gran duquesa Anastasia (la hija más joven del zar Nicolás) que sobrevivió a la masacre que envolvió a su familia. Los talleres originales de Avenida Niel se han mantenido exactamente con su misma decoración de la época.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, Kusmi Tea extendió su alcance a los más prestigiosos destinos, de Londres a Zagreb, Berlín, Moscú y Nueva York. Después de la guerra, los negocios se redujeron poco a poco. La casa de té fue vendido en 1972 al borde de la quiebra y en condiciones lamentables. 

La familia Orebi fue la que asumió Kusmi Tea en 2003. Presentes en el mercado del té desde 1935, descienden de una larga línea de los compradores de materias primas y fueron capaces de dar nueva vida a la casa de té, manteniendo vivo su espíritu. Asumiendo el reto de continuar las tradiciones y desarrollar una reputación internacional de la marca Kusmi Tea.

Hoy en día Kusmi Tea House se ha convertido en un elemento básico en la tradición del té francesa como una de las mejores y más reconocidas casas de té. Su fondo de Rusia le da un algo especial que hace que sea totalmente único, Kusmi Tea ofrece cinco tipos diferentes de té: mezclas exclusivas, mezclas clásicas, los tés negros clásicos y aromatizados, los tés verdes naturales o aromatizados, así como la línea de bienestar.

Si no habéis tenido el placer de probarlos os estáis perdiendo un verdadero “caprice de dieux".


* En su web está el listado completo de puntos de venta:

13 mar 2014

Brunch, algo más que huevos benedictine

De donde viene esa moda del Brunch que vemos en un montón de pelis? Se trata de una palabra inglesa que nace de la unión de las palabras breakfast (desayuno tardío) y lunch (comida temprana) y que sirve para designar la comida que se realiza entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde. Resumiendo, se trata de lo mejor del desayuno y lo mejor de la comida, o lo que es lo mismo más fuerte que un desayuno, más ligero que una comida.

Se dice que fueron los británicos los que introdujeron esta costumbre en el Nueva York del siglo XIX; el término apareció por primera en una revista satírica de la época titulada Punch. Lo normal por aquel entonces era que los sirvientes de las altas clases británicas tuvieran como día libre el domingo, por lo que éstos preparaban a sus jefes una buena comilona para esa jornada compuesta por alimentos pertenecientes al desayuno y la comida. Punch creó este termino para satirizar las costumbres de la alta sociedad británica, de hecho, la tradición de esta comida, hoy en día, continua creando comentarios de burla en algunos círculos sociales.

En cuanto a su origen no está muy claro y hay una doble teoría, por un lado, la que sitúa este almuerzo como una costumbre habitual de algunas comunidades religiosas tras los servicios dominicales, una excusa gastronómica para reflexionar sobre lo escuchado en el sermón (lo que nosotros conocemos como el “ vermuth" ); por otro lado, están quienes defienden que el brunch es un invento más pagano, y creado para sobrevivir a las resacas, como esa comida frugal ideal después de una noche de juerga. Si somos fans de esta última teoría veremos que el Brunch se basa en alimentos que se deben tomar para paliar los efectos de la ingesta de alcohol : zumos de frutas, lácteos..pero sobre todo los huevos benedictine (huevos escalfados y cubiertos por salsa holandesa, acompañados de tocino y panceta) y el “Bloody Mary”, (vodka y zumo de tomate) vamos vitaminas y antioxidantes puros. Siendo este último el típico cóctel de todo brunch que se precie, el mejor contra la resaca. Aunque existen otro alimentos típicos del Brunch como las tostadas francesa, Quiché, sabrosas carnes y aves de corral, ensaladas, panes surtidos y postres

Creéis que el Brunch es un buen invento? Sea como fuere yo creo que toda la vida ha existido eso de un desayuno tardío o pronta comida y lo de combinar el mejor dulce y salados elementos de ambas de estas comidas.

Hoy en día está muy de moda, sobre todo en ciudades como Londres o New York, pero ya es muy frecuente encontrarlo en un montón de sitios en nuestro país.

Te apuntas al Brunch?

6 mar 2014

El fenómeno atemporal del "LBD"

El Little Black Dress o vestidito negro, conocido en el mundo de la moda como LBD, por sus iniciales en inglés, es, como su nombre lo indica, un vestido corto que está considerado como la pieza más versátil del vestuario femenino, porque se puede usar en cualquier ocasión, cambiando solo los zapatos y los accesorios para complementarlo.

Su historia está rodeada de leyenda. Su origen se atribuye a la diseñadora francesa Coco Chanel, y se debe gracias a la publicación que hiciera en 1926 la revista American Vogue de una ilustración con un diseño de Mademoiselle Chanel, una pieza elegante, sencilla, de mangas largas y angostas; acompañadas de un sombrero y collar de perlas. A dicho vestido se le denominó Chanel Ford Dress. En aquella época las mujeres solamente se vestían de negro cuando guardaban luto. Chanel, diseñó un vestido simple y elegante en ese color que pudiera usarse por el día, con una chaqueta y zapatos cerrados, y de noche con joyería y accesorios más elegantes, y accesible para las mujeres de todas las clases sociales. 

Con esta creación lo que pretendía era que el vestido tuviera las características de: simple, moderno, elegante y sobre todo muy funcional En su inicio la prenda recibió alabanzas pero también críticas, ya que el negro no era un color habitual, destinado a funerales, clérigos y funcionarios y no a la ropa femenina.El LBD fue inspirado en la vestimenta de luto de las campesinas en los pueblos franceses en las primeras décadas de 1900. Poco a poco el color negro fue tomando un lugar importante en la moda de la época, a tal punto que las marcas creían que toda mujer inteligente debía tener un vestido negro. Sumado a ésto, Coco Chanel mencionó: “Uno nunca está por encima ni por debajo de un pequeño vestido negro”.

Dicho vestido de crepe negro fue bautizado por la publicación como el primer “Ford de Chanel”, en referencia al coche Ford negro, porque ambos eran asequibles para todos los públicos y por ser el primer vestido producido en masa. Nadie antes había osado convertir el color del luto en sinónimo de sofisticación y elegancia.

Vogue vaticinó por ese entonces que el LBD se convertiría en "una especie de uniforme para todas las mujeres de gusto”, y en 1944 Vogue sentenció “diez mujeres sobre diez tienen uno, pero diez mujeres sobre diez quieren otro”.

Más tarde en 1961, Audrey Hepburn representó al nuevo glamour de la posguerra de la LBD y fue la encargada de hacer historia en el mundo de la moda al lucir un vestido del maestro Hubert de Givenchy en la famosa película Breakfast at Tiffany’s. Dicho traje se convirtió en todo un icono, complementado con guantes largos, perlas y lentes oscuros; él era el reflejo de una mujer fabulosa y con clase. Sin duda alguna el famoso Little Black Dress (LBD) o Petit robe noir, como lo llaman los franceses forma todavía hoy en día parte de todos los desfiles de moda de los grandes diseñadores.